miércoles, mayo 06, 2009

CRÓNICA DE UN MVP ANUNCIADO… hace tiempo

DEDICADO A WILT Y JUANEJO

La NBA acaba de hacer pública la designación de LeBron James como Jugador más Valioso de la Temporada. La aplastante mayoría de votos obtenida, 109 de un total de 121 posibles no hace sino confirmar lo que casi nadie ponía en duda, a pesar de que el excelente final de temporada de Wade abrió un debate artificial y sin duda alimentado por los que piensan que la insultante superioridad física de “El elegido” le resta méritos en su desempeño como jugador de baloncesto. ¿Pero realmente hubo debate? Probablemente lo hubo para aquellos a quienes LeBron no gusta como jugador y ven en Wade o en Kobe una especie de antítesis de “El Elegido”. Sin discutir para nada los méritos de estos jugadores y otros de los que se ha hablado, no deberíamos olvidar que el MVP premia al jugador cuya actuación individual a lo largo de la temporada haya contribuido de manera inequívoca a la mejora sustancial (y por tanto mensurable) de los resultados de su equipo.
Estamos por tanto en el terreno de los hechos, o mejor dicho, de las cifras y no en el de los gustos o las sensaciones. Y en el terreno de los hechos, algunos de ellos son incuestionables:

Hecho: Los Cleveland Cavaliers han pasado de un record de 45 victorias y 37 derrotas en la temporada 2007-2008 a un record de 66-16 durante la temporada 2008-2009. 21 victorias más que suponen un record histórico para la franquicia y la obtención del mejor record de la liga por primera vez en la historia del equipo, lo que lógicamente implica el mejor record de la conferencia y el correspondiente título de División, el cual no se alcanzaba desde la temporada 1975-1976.

Hecho: El equipo ha estado intratable en su cancha del Quicken Loans Arena como lo demuestra el extraordinario record de 39-2, a uno de empatar el mejor record de siempre en poder de los Boston Celtics de la temporada 85-86. Cleveland se convirtió en el primer equipo en la historia de la NBA en encadenar dos rachas de 15 victorias seguidas en casa en una misma temporada.

Hecho: Los Cavs encabezan la NBA en dos apartados estadísticos que evidencian una superioridad indiscutible: el de promedio de menos puntos encajados por partido (91,35) y el de mayor diferencia de puntos anotados (8,92)

Hecho: En este contexto, Lebron James lidera al equipo en puntos, rebotes, robos, asistencias y tapones. Sus promedios de la temporada son 28,4 puntos, 7,6 rebotes 7,2 asistencias, 1,7 robos y más de un tapón, siendo el único jugador de la NBA que promedia más de 28 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias por partido.

Hecho: Ha logrado siete triples dobles, uno más que Chris Paul y ha anotado 40 o más puntos seis veces y 50 o más puntos tres veces. También ha logrado los mejores porcentajes de su carrera en tiros de campo (49%), tiros libres (78%) y todo ello jugando menos minutos que nunca.

Hecho: Se ha convertido en el segundo jugador de la historia tras Oscar Robertson en promediar más de 27 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias durante, al menos, cinco temporadas consecutivas.

Hecho: Ha sido nombrado cuatro veces jugador del mes y siete veces jugador de la semana en la conferencia este. Nadie en la historia de la NBA había conseguido algo semejante antes. Además ha sido designado el segundo mejor defensor del año.

La lista de records y logros alcanzados por LeBron durante esta temporada no acaba aquí ni mucho menos, pero creo que lo expuesto es suficiente. Durante el mes de marzo vivimos una especie de sublimación o éxtasis. En dicho mes el alero nacido en Akron promedió, a lo largo de diecisiete partidos, más de 28 puntos, casi 9 rebotes, más de 8 asistencias, casi 2 robos y más de un tapón. Además logró cuatro triples dobles, tres de ellos consecutivos, catapultando a su equipo a un registro que iguala el mayor número de victorias logradas jamás por una franquicia de la NBA durante un solo mes con dieciséis.
Hasta aquí los hechos. Y ahora, si queréis, abrimos un debate sobre si nos gusta o no LeBron, sobre si es o no es un chulo, sobre si tiene o no mérito lo que hace teniendo en cuenta su superioridad física o sobre si nos parece bien o mal que haga el ganso antes de los partidos. Pero, por favor, no discutamos lo indiscutible.
Los Cavs son ahora mismo el máximo aspirante a ganar el anillo. Aun no han perdido un solo partido de playoff y a diferencia de sus rivales, no han mostrado el más mínimo síntoma de debilidad. LeBron está acreditando una cualidad que siempre se le negó: ser capaz de conducir a su equipo al objetivo final.

Este post se lo he dedicado a Wilt y Juanejo (que se define a sí mismo en blogger como lebroniano acérrimo), viejos camaradas de trincheras en los tiempos del blog de Daimiel, hace ahora más o menos tres años. Eran tiempos de encendidos debates y apasionadas trifulcas en los que atreverse a vaticinar lo que ahora está pasando nos suponía a los defensores de LeBron recibir no pocas hostias.

Al final el tiempo nos ha dado la razón. Es el momento de sacar pecho y la secta de los lebronianos puede, por fin, abandonar su oscurantismo y aclamar al nuevo mesías del basket.

Y ustedes que lo vean...