martes, junio 26, 2007

BUSCANDO UN BASE DESESPERADAMENTE

Si la final de la NBA ha dejado algo claro, aparte de que King James necesita uno o dos años más para alcanzar la madurez necesaria que le permita ser decisivo en una final es que Cleveland necesita reforzarse, especialmente en el puesto de base. Hughes ya sea por sus problemas físicos o por falta de carácter no termina de mostrarse como la necesaria referencia que debería ser. A Gibson no se le puede pedir más de lo que ha hecho en su año rookie y además no es un base puro. El veterano Snow, con evidentes problemas a la hora de dirigir y anotar no ha sido capaz ni siquiera de demostrar sus aptitudes en la parcela que supuestamente mejor domina: la defensiva. Para colmo, la elección de Tony Parker como MVP de la final ha puesto dolorosamente en evidencia los problemas en la dirección del equipo. Si algo tienen claro Brown y Ferry es que hay que moverse.

Estos días están siendo un hervidero de rumores. Veamos quienes son los candidatos de los que se ha hablado:

Mike Bibby. De su posible incorporación se habló ya en febrero. Es el candidato que más gusta a Ferry y, sin duda, el más adecuado. Aportaría velocidad, experiencia en partidos importantes, capacidad de penetración, mejoraría la distribución de balón y no es en modo alguno peor anotador que Hughes. En principio, parece dispuesto a ejercer la opción de convertirse en agente libre este verano. El principal obstáculo: su salario de 13,5 millones para el próximo año obligaría al equipo a desprenderse de algun jugador importante.

Earl Boykins. Será agente libre el 1 de julio. Nacido en Cleveland, al parecer estaría encantado de volver a casa. En mi opinión no es el base que necesita el equipo, al menos con el esquema de juego actual. Sus principales virtudes, velocidad y tiro exterior no compensan el principal problema asociado a su falta de envergadura: la endeblez defensiva.

Steve Blake. Ya he dicho por activa, pasiva y perifrástica que me gusta mucho Blake. Sin destacar en ninguna faceta es capaz de ofrecer prestaciones de alto nivel tanto en el tiro, como en el pase. Puede aportar mucho en la distribución y tiene margen de mejora en defensa. Además este año ha demostrado que sabe apartarse de los focos cuando hace falta y dar un paso adelante cuando el equipo le necesita. Su principal problema es la falta de regularidad y su siempre bajo sospecha capacidad física, lo que arroja importantes dudas sobre su papel en un esquema como el de Brown.

Steve Francis. Como lo oís. Su nombre se ha barajado. Espero que sea una broma. No discutiré sus cualidades como jugador pero sinceramente no sé de donde podría sacar este impostor ilusión por aportar algo en un proyecto como el de los Cavs.

Tyronn Lue. Ha cuajado grandes partidos este año contra los Cavs lo que ha despertado el interés por su fichaje, especialmente de Brown. Es un buen jugador, muy completo, gran defensor. Definitivamente un hombre de equipo y una opción a considerar si no es posible una incorporación de mayor relumbrón.

Javaris Crittenton. Ya sé que los Cavs no tienen elecciones del draft este año pero eso no significa que no se esten planteando seleccionar algun base el próximo 28 de junio. Como es sabido, algunos equipos disponen de varias elecciones en primera o segunda ronda y los Cavs parecen dispuestos a adquirir, a cambio de 3 millones de dólares los derechos de algun equipo con posibilidades de elegir entre el puesto 20 y el 30. El equipo idoneo para este trato parece ser Phoenix Suns que dispone de las rondas 24 y 29 y el base que gusta en Cleveland se llama Javaris Crittenton. Confieso que no le he visto jugar. Por ello acudo a BasketDraft, el blog de David Sardinero, nuestro amigo blogger y experto en temas del draft y leo que Crittenton es un base alto, buen defensor y que destaca por su explosividad y capacidad de penetración. Con Gibson en el equipo, la incorporación de Crittenton supondría una apuesta de futuro, quizá no compatible con la que ha de hacer una franquicia que soportará desde el primer partido de la próxima temporada la presión de igualar, como mínimo, el resultado obtenido esta campaña.

lunes, junio 04, 2007

HISTORIA DE LOS CAVS. CUARTA PARTE

EL FUTURO EMPIEZA HOY

He retrasado deliberadamente hasta hoy la edición de esta última parte de la historia de los Cleveland Cavaliers, mi equipo favorito. La razón es que sabía (lo he sabido desde que comenzó la temporada, pero especialmente la noche del 19 de abril cuando la derrota de Chicago ante los Nets aclaró milagrosamente el panorama de los cruces hasta esta serie dedinitiva) que el equipo iba a proclamarse por primera vez en su historia campeón de la conferencia este y a disputar a final de la NBA. No me estoy tirando el folio. De hecho pronostiqué en el blog Siemprebasket una final Cavs-Spurs antes de que empezaran los playoffs. Sólo en dos ocasiones anteriores, la temporada 75-76 y la 91-92 como bien sabeis los que habeis seguido esta historia se habían alcanzado las finales de conferencia, gestas memorables que, sin embargo, no son nada comparadas con el formidable hito logrado anoche. Un hito que tiene nombre y apellido: Lebron James: el elegido. El hombre llamado a cambiar para siempre la historia de una franquicia con tradición perdedora.
Nada o casi nada de lo que había pasado despues de la penosa etapa de Mike Fratello tiene mucha importancia si lo comparamos con el acontecimiento que iba a cambiar para siempre el devenir de la franquicia de Ohio: la elección de Lebron James con el número 1 del draft. Algun destello de Shaw Kemp, la confirmación de Ilgauskas como uno de los mejores pivots de la liga, con fugaz aparición en el All Star incluida, la triste historia de Dajuan Wagner, la traición de Carlos Boozer, errores con nombre propio en los despachos y poco más. El equipo había tocado fondo tras coleccionar temporada tras temporada records negativos nunca por debajo de las las 50 derrotas. Todo iba a cambiar la noche del 22 de mayo de 2003. Un patético record de 17-65 aquella temporada, había permitido a los Cavs adjudicarse el mayor número posible de papeletas para garantizarse la elección de James. Y la suerte estuvo del lado de la franquicia.

El equipo cambiaba su logo y recuperaba los colores tradicionales “gold and wine”, toda una declaración de intenciones estética para dejar bien claro que empezaba una nueva etapa. La renovación culminaría a principios del 2005 con la adquisición de la franquicia por Dan Gilbert, fundador de la empresa Quicken Loans, una compañía de hipotecas por Internet.
Se acaban de cumplir cuatro años de aquella noche del draft. Poco tiempo si miramos el calendario. Mucho si nos dejamos llevar por el vértigo que provoca todo lo que acontece en torno a este formidable jugador. En las cuatro temporadas que hemos vivido todo ha parecido suceder según un guión previsto, como una película que sólo tiene un final posible pero que transcurre a la velocidad de un cortometraje. Una carrera en la que la inevitable comparación con el dios Jordan ha sido, para bien y para mal el baremo con el que se ha medido a King James. Un gran peso. Para todos, menos para él. Con precisión milimétrica ha ido cubriendo etapas en el meteórico ascenso que ha de conducirle a dominar la NBA la próxima década. Y lo ha hecho más deprisa de lo que nadie podía imaginar. Los Bulls de Jordan tardaron siete años en ganar su primer anillo. Los Cavs en sólo cuatro años han pasado de ser el peor equipo de la NBA a disputar la final.

¿Y ahora qué puede pasar? ¿Asistiremos a la definitiva entronización del rey o tendremos que rendirnos a la evidencia, asumir que es demasiado pronto, que no puede ser que un chaval de 22 años que hace sólo cuatro estaba en el colegio esté preparado ya para ascender a los altares de la NBA? Definitivamente los Spurs son un equipo temible. Una empresa casi imposible incluso para Lebron. ¿O no?
Mi relato sobre la historia de los Cleveland Cavaliers acaba por el momento aquí. No podía tener un final mejor: contar la mayor proeza de la historia del equipo. Pero Lebron tiene aun muchos capítulos que escribir.