sábado, julio 29, 2006

EN EL NOMBRE DEL PADRE

Walter Szczerbiak se levantó de mal humor la mañana del 8 de febrero de 1976. Escocido por las críticas que había recibido por su actuación en el último partido disputado pocos días antes, decidió que aquel día iba a realizar la mayor gesta anotadora que han vivido las canchas españolas. La víctima iba a ser el Breogan, equipo que se enfrentaba aquel día al Real Madrid en el que militaba Walter. El resultado: 140-48. El padre de Wally Szczerbiak anotó 65 puntos, que a día de hoy sigue siendo el record de anotación en un partido de liga en España. La anotación de Walter da vértigo no sólo por la enorme cantidad de puntos que hizo subir al marcador sino sobre todo por la sobrehumana efectividad de la que hizo gala aquel día. 25 de 27 en tiros de dos y 15 de 17 en tiros libres.
Ahí queda eso. Aclaro que en aquel tiempo no existía aún la línea de tres puntos y teniendo en cuenta que Walter era un tirador de media y larga distancia nos podemos hacer una idea de la dimensión de esta proeza. Tampoco la debilidad del rival le resta mérito a la hazaña.
Walter Szczerbiak era un jugador genial. Un tirador infalible, con una clase tremenda. Jugó siete temporadas en el Real Madrid y su palmarés con el equipo blanco es de los de echarse a temblar: 4 ligas y 3 copas de Europa entre otros muchos torneos menores y un promedio de anotación en la liga española de 30,3 puntos por partido. Fue el mejor jugador del mejor equipo que había en el mundo, si exceptuamos a los equipos americanos.
Por eso creo que es muy triste que en Estados unidos le conozcan más por ser “el papá de Wally” o el delegado de la ACB ante la NBA que por lo que hizo y consiguió como jugador de baloncesto. Incluso en USA alcanzó logros notables. Con su equipo, City College of New York, entrenado por Peter Vecsey, ganó la Rucker del 73 disputada en la 125 de Harlem, terminando como máximo anotador del torneo (33 puntos) por delante nada menos que del Dr J (31 puntos). Había sido drafteado con el nº 65 de la NBA por Phoenix y con el 28 de la ABA por Dallas y llegó a jugar con los Pittsburgh Condors de la ABA en la temporada 71-72.

Walter en su étapa en los Pittsburgh Condors. En la otra foto mostrándole a Wally la Copa de Europa que ganó con el Real Madrid en 1980

Aclaro que yo considero a Wally Szczerbiak un gran jugador, sin duda es mejor de lo que llegó a ser Walter y es además uno de mis preferidos pero también creo que aún tiene que hacer mucho más de lo que ha hecho en la NBA para eclipsar a su ilustre padre.

jueves, julio 27, 2006

WHEN BIG HAIR RULED THE ABA

Bueno. Aquí os traigo un post al estilo Julius Bird (como se te echa de menos jodío) y que imagino será del agrado de los aficionados al basket de antaño. Lo he traducido libremente como "Cuando los pelos afro dominaban la ABA" Aclaro que no tiene nada de original. He sacado esta información de la web http://www.remembertheaba.com/ en la que se hace un repaso a los jugadores de baloncesto que hicieron que este tipo de peinado, o debería decir no-peinado, se identificara con un estilo de juego muy particular. Ahora la pregunta es ¿Cuándo estamos ante un buen Afro? Muy sencillo. En las fotos antiguas en blanco y negro es muy fácil saberlo. Si os resulta difícil apreciar dónde termina el pelo y donde empieza el fondo de la foto eso es un afro de primera.

A continuación los finalistas:

JULIUS ERVING. Eterno aspirante al título

ARTIS GILMORE. 7 pies, 6 pulgadas. 4 pulgadas menos sin AFRO

El segundo clasificado, en reñida lucha con el vencedor:

MIKE JACKSON

AND THE WINER IS..........

DARNELL HILLMAN ALIAS DR DUNK. LA MAYOR MATA DE PELO DE LA HISTORIA DEL BALONCESTO. GANADOR DEL "BIGGEST ABA AFRO AWARD" EN LA REUNION DE LA ABA DE 1997…..



……Y QUE A MÍ ME INSPIRA ESTE PARECIDO RAZONABLE



lunes, julio 24, 2006

¡VUELVE ANDRÉS!

¡Vuelve Andrés!

No hiciste caso a la canción de Aute. Me abandonaste al alba, un triste día del mes de abril. No fue un adios, ni un hasta luego. Fue un hasta siempre que me partió el corazón. No eres el mismo. Has dejado el trabajo, has cambiado de amigos. Para mí desde que te fuiste todo ha ido a peor. Te echo de menos. Sobre todo en la soledad de mis madrugadas. Estos meses he probado con otros, lo reconozco, pero no siento con ellos lo que sentía contigo. He intentado superarlo pero nada es igual. Me cuentan que tú tampoco estás a gusto, que no te terminas de adaptar, que te critican, que tus nuevos amigos no te aceptan como eres. Por eso me atrevo a pedirte que vuelvas.

Qué mal suena un “Salinas dime algo”
Qué bien suena un “Dai-miel-ex-plí-ca-me-qué-pa-sa-quí

¿Qué son unos pocos miles más al mes? Seguro que al igual que yo, otros también serán capaces de perdonar tus cuernos. Además tú lo has dicho muchas veces “la vida es un ir y volver Daimiel” ¡Vuelve por favor! ¡Vuelve!


¿Es Pablo Milanés?

martes, julio 18, 2006

EL POR QUÉ DE MI NICK

Quizá sea oportuno explicalo ahora. Wayne Robinson fue uno de los jugadores a los que más admiré durante mi adolescencia. No fue una gran estrella, ni pasará a la historia del baloncesto pero estoy seguro de que cualquier aficionado de la época lo nombraría sin duda si le preguntas por los mejores jugadores americanos de la historia de la ACB. Wayne Howard Robinson nació el 19 de abril de 1958 en Greensboro, North Caroline. Se graduó en la Universidad de Virginia Tech y fue elegido con el número 8 de la segunda ronda por Los Angeles Lakers en el draft de 1980. Traspasado a Detroit a cambio de la elección de segunda ronda del draft de 1981 con los Pistons promedió en la temporada 80-81 7.9 puntos, 3.6 rebotes, 1.4 asistencias, 0.6 robos y 0.3 tapones. Disputó los 81 partidos de la Regular Season con una media de 19.7 minutos por partido. Como tantos otros, se vio obligado a cruzar el charco y buscarse la vida en Europa. Jugó dos temporadas en Italia en el Oece de Trieste, Bic Trieste al año siguiente, donde promedió 16.8 puntos y 8.6 rebotes con una media de 36 minutos de juego en los 56 partidos correspondientes a las dos campañas que disputó.

En la temporada 83-84 ficha por el Real Madrid, equipo con el que obtuvo sus mayores logros. Sus inicios en la casa blanca no fueron prometedores. Fuera de peso y con problemas de adaptación le costó habituarse al ritmo de la competición española y tuvo un pie en la calle en más de una ocasión. Demostró una fuerza mental y un amor propio admirables al sobreponerse y demostrar a sus críticos, que eran legión, que se habían equivocado con él. Y vaya si se habían equivocado. Durante las tres temporadas que militó en el Real Madrid lo ganó casi todo: tres ligas, dos copas del rey y una recopa, además de otros torneos menores y el recordadísimo subcampeonato de la Copa de Europa de 1985 tras perder la final con la Cibona. En 1986 el Real Madrid le despide de manera indecente, tras hacer unas declaraciones en las que acusaba al equipo de falta de mentalidad. Y no le faltaba razón. Tras la salida de Wayne Robinson el Real Madrid tardaría siete años en volver a ganar la liga. Recaló en el Cacaolat Granollers, donde jugo dos temporadas antes de retirarse prematuramente debido a una dolencia cardiaca. En 1993 tras una fugaz reaparición en la que militó en las filas del TDK Manresa y en el Juventud Alcalá de la primera división se retiró definitivamente.
En mi mente hay dos partidos dificiles de olvidar. La final de la recopa de 1984 ante el Simac de Milan donde militaba el actual entrenador de los Suns Mike D´Antoni y el temible Dino Meneghin. Esta final se recuerda por los dos tiros libres anotados por Brian Jackson con el reloj a cero, tras recibir una falta cuando se levantaba para anotar después de haber capturado un rebote defensivo. Pero el auténtico artífice de aquella victoria fue Wayne Robinson, quien ejecutó una defensa perfecta sobre Dino Meneghin desquiciándole y permitiéndole anotar sólo 8 puntos.
El otro choque de recuerdo imborrable es el partido de vuelta de la segunda fase de la copa de Europa de 1985 en Tel Aviv ante el Maccabi. Si un jugador hizó alguna vez un partido perfecto ese fue Wayne Robinson aquel día. No sólo anuló en defensa al gran y tristemente fallecido Kevin Magee. En ataque estuvo simplemente sobrehumano, anotando 41 puntos y permitiendose el lujo incluso de anotar un triple, algo muy poco corriente para un tipo de 2,05 que jugaba de pivot precisamente el año en que la FIBA implantó la línea de tres puntos. Lamentablemente de poco sirvió aquel partidazo. El Real Madrid disputaría la final contra la Cibona de Zagreb que no dio a los blancos ninguna opción de victoria. En aquel equipo militaba un tal Drazen Petrovic. Pero esa es otra historia....

LEN BIAS: IN MEMORIAM

El día 19 de junio de 2006 se cumplieron 20 años de la muerte de Len Bias. Algunos han dicho de él que fue el mejor jugador de la historia de la NBA que nunca llegó a jugar en ella.

Llamado a prolongar la hegemonía de los Celtics en un momento en el que con el anillo aun caliente se aventuraba el principio del fin de la dinastía verde, Len Bias fallecía por una sobredosis de cocaína 48 horas despues de ser elegido por Boston con el número 2 del dratf de 1986. Con su muerte no sólo se rompieron los sueños de renovación de los Celtics, tambien se extendió una sombra de sospecha sobre el deporte.

Pero no sería justo que hoy recordáramos a Len Bias como un jugador que tuvo problemas con las drogas, uno más en una lista en la que han estado jugadores como Micheal Ray Richardson, Shawn Kemp y más recientemente Chris Andersen, por citar sólo a unos pocos.

No. No sería justo. Len Bias no fue un drogadicto. Fue el prospecto de un grandísimo jugador que no pudo soportar el enorme peso que le colocaron encima: la responsabilidad de dar un giro a la historia. Y para librarse de esa presión cometió un error, un único error que fue fatal porque le costó la vida.

Recordemos por tanto al jugador. Al portento de la universidad de Maryland que asombró al mundo del baloncesto con su capacidad física y técnica y que hubiera hablado de tú al mismísimo Michael Jordan. ¿Que no lo creeis? Pues comprobadlo AQUÍ MISMO

lunes, julio 17, 2006

PRESENTACIÓN

Bueno, pues al final me he animado. Inspirado por un grupo de ilustres amigos aficionados como yo al baloncesto he decidido crear mi propio blog. En él se hablará por supuesto de baloncesto pero tambien de otras cosas que se me vayan pasando por la cabeza que, por cierto, no la tengo muy centrada. Eso sí, no espereis mucho de mí y así no os sentireis defraudados. Lamentablemente no tengo el talento narrativo ni la brillantez de Julius Bird, ni la pasión e imaginación de Wilt Chamberlain, ni la descomunal capacidad de trabajo y saber hacer periodístico de Peter Mihn. Así que de vez en cuando pondré aquí algo que se me ocurra sobre mi particular manera de ver la vida y con que alguien se sienta identificado ya me daré con un canto en los dientes. Al fin y al cabo para eso sirve un blog ¿no? Pues eso. Nos vemos...

CARNES "SELECTAS"


No lo digo por Verónica, aunque sus turgentes senos sugieran otra cosa. Ni siquiera por Bryant. Que va.. Estoy haciendo referencia al exquisito manjar al cual Kobe debe su nombre de pila.

En efecto, según cuentan algunas biografías, Joe "Jellybean" Bryant recibió de labios de su mujer Pam la noticia de que iba a ser padre por tercera vez una fria noche de invierno en un restaurante de Philadelphia mientras introducía en su boca un pedazo de carne procedente de un buey de Kobe, un linaje vacuno originario de la región del mismo nombre, en la provincia japonesa de Tajima. En honor a tal casualidad y puesto que el matrimonio Bryant ya tenía dos niñas, decidió que, de ser varón, pondría a su hijo el nombre de esta exquisita variedad de carne, la más famosa y apreciada por los gourmets de todo el mundo.

Y no se equivocó al establecer, ya antes de nacer, un paralelismo entre tan selecta res y uno de los jugadores con más talento de la NBA. Como en el caso de Bryant, cuya vida estuvo programada desde que nació para ser una estrella del baloncesto, la vida de una ternera de Kobe se programa al detalle desde que nace para agasajar los paladares más exigentes. Su cría se lleva a cabo bajo un estricto control de las condiciones de temperatura y humedad en las granjas japonesas. Sólo se alimenta con los más selectos forrajes y en verano se les da a beber cerveza para estimular su apetito. Escuchan ópera y diariamente reciben masajes, cuyo objetivo es relajar la piel y facilitar la infiltración de la grasa del animal en el músculo. Periódicamente reciben baños de sake que ayudan a la desparasitación y proporcionan a la res una piel lavada y perfumada que junto a los cuidados anteriores dan como resultado la cría en un ambiente tranquilo y relajado, muy alejado del estrés y agarrotamiento que sufren otras variedades bovinas.

El resultado, una carne con la mitad de grasa saturada que la de cualquier otra variedad, sin indicio alguno de hormonas o factores de crecimiento, un aspecto amarmolado que la asemeja a lo que nosotros consideraríamos un buey ibérico, una textura sutil y aterciopelada que hace que prácticamente se deshaga en la boca y un sabor que los más estrictos gastrónomos califican como insuperable. El precio es prohibitivo por supuesto. Un buen filete no baja de 120 euros.

Pero claro, al igual que en el caso de Kobe Bryant, no todos estan preparados para degustar este manjar. Un paladar acostumbrado a la mortadela no apreciará la sutil diferencia, de la misma forma que a muchos aficionados al baloncesto no les gusta el jugador de los Lakers. En fin, ellos se lo pierden. Determinados placeres sólo están reservados para unos pocos.

¡A DISFRUTARLO!