lunes, julio 17, 2006

CARNES "SELECTAS"


No lo digo por Verónica, aunque sus turgentes senos sugieran otra cosa. Ni siquiera por Bryant. Que va.. Estoy haciendo referencia al exquisito manjar al cual Kobe debe su nombre de pila.

En efecto, según cuentan algunas biografías, Joe "Jellybean" Bryant recibió de labios de su mujer Pam la noticia de que iba a ser padre por tercera vez una fria noche de invierno en un restaurante de Philadelphia mientras introducía en su boca un pedazo de carne procedente de un buey de Kobe, un linaje vacuno originario de la región del mismo nombre, en la provincia japonesa de Tajima. En honor a tal casualidad y puesto que el matrimonio Bryant ya tenía dos niñas, decidió que, de ser varón, pondría a su hijo el nombre de esta exquisita variedad de carne, la más famosa y apreciada por los gourmets de todo el mundo.

Y no se equivocó al establecer, ya antes de nacer, un paralelismo entre tan selecta res y uno de los jugadores con más talento de la NBA. Como en el caso de Bryant, cuya vida estuvo programada desde que nació para ser una estrella del baloncesto, la vida de una ternera de Kobe se programa al detalle desde que nace para agasajar los paladares más exigentes. Su cría se lleva a cabo bajo un estricto control de las condiciones de temperatura y humedad en las granjas japonesas. Sólo se alimenta con los más selectos forrajes y en verano se les da a beber cerveza para estimular su apetito. Escuchan ópera y diariamente reciben masajes, cuyo objetivo es relajar la piel y facilitar la infiltración de la grasa del animal en el músculo. Periódicamente reciben baños de sake que ayudan a la desparasitación y proporcionan a la res una piel lavada y perfumada que junto a los cuidados anteriores dan como resultado la cría en un ambiente tranquilo y relajado, muy alejado del estrés y agarrotamiento que sufren otras variedades bovinas.

El resultado, una carne con la mitad de grasa saturada que la de cualquier otra variedad, sin indicio alguno de hormonas o factores de crecimiento, un aspecto amarmolado que la asemeja a lo que nosotros consideraríamos un buey ibérico, una textura sutil y aterciopelada que hace que prácticamente se deshaga en la boca y un sabor que los más estrictos gastrónomos califican como insuperable. El precio es prohibitivo por supuesto. Un buen filete no baja de 120 euros.

Pero claro, al igual que en el caso de Kobe Bryant, no todos estan preparados para degustar este manjar. Un paladar acostumbrado a la mortadela no apreciará la sutil diferencia, de la misma forma que a muchos aficionados al baloncesto no les gusta el jugador de los Lakers. En fin, ellos se lo pierden. Determinados placeres sólo están reservados para unos pocos.

¡A DISFRUTARLO!




6 comentarios:

True Wolf dijo...

realmente, habrá quien no lo aprecie, pero Kobe es uno de los talentos más espectaculares que el mundo ha dado para el baloncesto

Wayne Robinson dijo...

Amén

Wilt dijo...

wayne robinson, eres un fenómeno, ¿A qué te dedicas, eres periodista o algo parecido? Espectacular e interesantísimo post. Uno de los requisitos de los críticos con las películas es que en ningún momento se pierda el interés por la película, que el director sepa mantener el interés hasta el último minuto y a este post, como a los demás, le pasa lo mismo: 5 estrellas [*****], como Kobe, tú y la carne de Kobe, jajaja.

Wilt dijo...

Realmente no es un post 5 estrelas solo por lo que te he dicho, sino que bien podría ser esta publicación un original artículo rebosante de clase de una revista de la NBA que no existe. Solo unos pocos saben apreciar este tipo de 'cosas'.

Wayne Robinson dijo...

Vaya Wilt. Gracias por tus comentarios. Je Je. No soy periodista ni nada parecido aunque es verdad que este post parece un artículo. Sucede que despues de varios meses leyendoos a vosotros pues algo se pega, ja ja. De verdad que me alegro que te haya gustado. Además sé que Bryant es uno de tus preferidos, como lo es de los míos. Nosotros somos Bon Vivants del baloncesto. Lo que me da rabia es que Kobe se va a perder el mundial y no va a poder probar in situ la exquisita carne japonesa. Aunque entre tú y yo.. la ternera gallega tambien es cosa fina ¿eh?

Wilt dijo...

Sí, parece que Kobe, como O'neal, nunca van a jugar al baloncesto internacional, dentro de pocos años van a ser verdaderas leyendas a la antigüa, con ese halo místico que tenían los jugadores anteriores a la década de los 80 (por aquello de que estaban aislados del resto del mundo, cuando todavía no había llegado la NBA a generalizarse por las pantallas extra-USA). Espero que Kobe venga como leyenda ya consagrada a jugar en Italia, como dijo en algunas ocasiones (aunque venga para arrastrarse con 40 años).