Desesperante. ¿Cabe definir de otra manera el veranito que nos está dando el GM Danny Ferry a los aficionados de los Cavs? Su inoperancia es extrema. No ha hecho ningun traspaso. No se ha movido en el mercado de agentes libres. No se ha desprendido de la morralla que puebla el banquillo. Por no hacer, ni siquiera ha renovado aún a los agentes libres retringidos del equipo, Varejao y Paulovic. ¿A qué espera Ferry? Esta falta de actividad tiene una explicación. El pobre Ferry no hace nada porque no puede, está atado de pies y manos pagando los errores de una gestión lamentable. Recapitulemos:
Ferry fue nombrado General Manager de los Cavs en junio de 2005. Su primera gran operación fue firmar la extensión por tres años del contrato de Lebron James, firma acompañada de todo tipo de promesas sobre la intención de rodear a Lebron de un roster que condujera al equipo al anillo. ¿Cuáles han sido esas grandes operaciones?
1. La contratación de Larry Hughes por 5 años y 60 millones de dólares. Un plato de segunda mesa no lo olvidemos, tras fracasar sus intentos por incorporar a Ray Allen y Michael Reed.
2. La renovación de Ilgauskas por 5 años y 55 millones de dólares. Demasiado dinero y demasiados años para alguien que ha iniciado claramente el ocaso de su carrera.
3. La contratación de Donyell Marshall por 4 años y 22 millones de dólares. O el desesperado intento de Ferry por encontrar un clon de Robert Horry.
4. La contratación de Damon Jones por 4 años y 16 millones de dólares. Un jugador que nunca ha rendido lo que se esperanba de él.
5. La renovación de Gooden por 3 años y 23 millones de dólares. Tras la renovación sus números han empeorado. ¿Un “se dejaba llevar” en ciernes?
Vamos a ser claros. Todos estos jugadores están sobrepagados. ¿O cabe definir de otra forma su status si comparamos su sueldo con el rendimiento ofrecido?. La serie final contra San Antonio lo ha puesto en evidencia de manera clara
La ligereza de Ferry a la hora de firmar contratos ha conducido al equipo a una situación en la que, por primera vez en su historia, se va a ver abocado a pagar el luxury tax. En efecto, Para la temporada 2007/2008 los Cavs tienen comprometidos salarios por importe de 64,5 millones de dólares sin tener en cuenta a Paulovic ni Varejao, ambos agentes libres restringidos. El umbral del impuesto del lujo se ha fijado en 67,865 millones de dólares lo que significa que la renovación del serbio y el brasileño aun haciendo uso de las excepciones que contempla la liga (mild level exception fijada para esta campaña en 5,356 millones y veteran´s exception fijada en 1,8 millones) situaria al equipo casi con toda seguridad al otro lado del umbral, a no ser que Ferry consiga engañar a alguna franquicia para hacerse con los servicios de las rémoras que pueblan el banquillo A saber:
Eric Snow: 6,7 millones de dólares para la temporada 2007/2008. 4,2 puntos y 4 asistencias por partido en la temporada 2006/2007
Ira Newble: 3,4 millones de dólares para la temporada 2007/2008. 3 puntos por partido y una media de 9 minutos de juego en los 15 partidos que ha disputado.
David Wesley: 1,8 millones de dólares para la temporada 2007/2008. 2 puntos y 1 asistencia por partido.
Estos o algunos de los mencionados anteriormente son aquello con lo que cuenta Ferry para realizar un traspaso pero, sinceramente: ¿Dónde va a colocar Ferry esta morralla? La sinrazón de esta gestión puede llevar al equipo a verse en la necesidad de traspasar a Drew Gooden, por quien los Golden State Warriors han mostrado interés, a cambio de la trade exception que los de Oakland tienen por el traspaso de J.Rich, lo que permitiría renovar a Varejao y Paulovic sin sobresaltos. Estais leyendo bien. Un traspaso para empeorar el equipo, obligando a salir a un jugador válido para no perder a dos. Y todavía tenemos que dar las gracias a Orlando por la locura millonaria del traspaso de Rashad Lewis, el cual ha permitido que Milicic acabe en los Grizzlies. Si no, a estas alturas Varejao estaría buscando casa en Memphis.
Danny Ferry: Un hombre empeñado en hacer una deslumbrante operación al estilo de la de Boston, equipo que se ha convertido de golpe en un obstáculo importantisimo en el camino de Cleveland para reeditar el éxito de la temporada pasada. Un hombre que ha hipotecado el futuro del equipo. Un sujeto sin margen de maniobra. Un fraude a los aficionado de los Cavs.
